Entrevista a Daniel Böhm

 

Francisco Condorelli

www.gruposiete.com.ar

 


¿Cómo comienza su carrera?


Absurdamente precoz. A los 14 años filme en Super 8 un cortometraje de ficción, “La Partida”, una película de terror libremente inspirada en un cuento de Jacobs, “La Pata de Mono”. Ese cuento aparecía en el libro del psicoanalista Arnaldo Rascovsky, El Filicidio, que yo leía a esa edad increíble.

Por esa edad (13, 14 años) hacia muchas mas cosas increíbles, como cursos de Psicoanálisis aplicado al arte, el curso de ILVEM de lectura veloz, estudiaba y practicaba seriamente la Hipnosis, ademas del piano, pintura y demás  actividades de adolescente burgués.


Seguí filmando en Super 8, participando de Uncipar y del Taller de Experimentación Cinematográfica, de Surracco. Luego empecé (y terminé) la carrera de Medicina, pero en el camino conocí a Alberto Fischerman, un director de Cine y Publicidad que se convirtió en mi padre artístico. Fischerman renegaba de la publicidad a pesar de vivir de ella, incluso una vez lo oí decir: “es la prostitución del Arte”...


Fui su asistente (y hasta actor) en varios de sus Comerciales y alguno de sus largometrajes. Me inspire en la vida del padre de Fischerman para filmar “Marcapasos”, un cortometraje premiado en el concurso Meliés, sobre un tranquilo relojero que cambia de vida cuando le ponen un marcapasos.

Un día me harte del Psicoanálisis, y volví al cine, mi primer amor. Me fui a estudiar cine a Nueva York, filme un par de cortos muy premiados (“La Versión de Marcial”), y entonces si, comencé mi carrera profesional como cineasta. Pero con incursiones inevitables en la televisión, el video clip, la producción de cine y la empresa.


Su carrera profesional está muy marcada por su experiencia como director de fotografía. ¿Cuál es su búsqueda estética? ¿De qué otros directores o escuelas estéticas tiene mayor influencia?


 Es cierto. Aunque la fotografía fue mi primera profesión en el cine, hay mucho mas que eso. Hay algo muy fascinante en el trabajo fotográfico del cine. Tiene mucho de pintura, de arte plástica, pero en movimiento. Con la Fotografía te metes en un lenguaje no verbal, poético, a veces primitivo, de luces y sombras, muy ligado a la música, o a la danza…. Es muy difícil describir con palabras a la música, o a la imagen, porque transmiten emociones, fuerzas que van mucho mas allá de lo racional, de lo narrativo.


Te diría que mi primer búsqueda estética podría ser, justamente, la música de la imagen. Ponerle imágenes a la música. Meterme con la imagen, las tripas, de las emociones.


En ingles, al D.F. se le dice “Cinematographer”, y es el gran director de orquesta de toda una parafernalia de recursos. Como Cinematographer trabajas con el celuloide, con los químicos del revelado, con las leyes físicas de la luz y de la óptica,  con la velocidad de la película, con los fierros de las cámaras, las grúas, los carros…Una tecnología tan analógica como los pinceles y los óleos. Hay mucho de técnica noble, de artesanía, de cocina…

Yo me sumergí en todo eso, con pasión, y también casi enciclopédicamente, así como también me aprendí los nombres de las arterias en mi camino al Psicoanálisis.


Para ser un buen director quizá no sea totalmente necesario conocer todo esto, pero ayuda. Es como conocer mejor al objeto amado.


Mis influencias cinematográficas? Mahler, Pasolini, Cronemberg, Bacon, Kafka… Como dijo una vez Martín Rejtman, hoy en día hay mas cine en  algunas literaturas que en las pantallas…



A partir de la afirmación: Daniel Böhm desafía la clásica opción de estilos: la película "de Arte" versus la película "de Actuación” ¿Podría definir su estilo como director?


Mi estilo es Polifónico. Yo creo que una película transmite cosas en todos sus niveles, como los instrumentos de una orquesta tocando simultáneamente. La música, la actuación, la estructura, los climas, lo intelectual... Cuantas mas “capas” haya en una película, que te “digan” distintas cosas, mas rica es la experiencia.


La Publicidad, en especial la norteamericana, tiende a clasificar los talentos de los directores en rubros, como “Humor”, “Narrativo”, “Visual”, etc. Yo nunca me sentí cómodo con esta clasificación, porque encasillarme me resulta empobrecedor y aburrido. Yo se hacer de todo, y me divierte la comedia, la imagen poética, el absurdo, todo. Y si hay algo que no se, me encanta el desafío. Pero es cierto que muchos directores son mas talentosos en la narración y otros tienen mas inclinación para lo puramente estético. De allí cierto dualismo, en el que yo no creo.


Mi idea del cine -mi formación en dirección de actores y en guión, o en pintura y música- tiende a combinar lo narrativo (lo actoral, lo dramático) con una forma muy expresiva y estética de filmar. A veces creo que la historia es la mejor excusa para transmitir climas, emociones. Y al revés también funciona, como en mis trabajos de Cine-Danza: lo formal, lo que parece puramente estético, tiene elementos “narrativos” muy fuertes, cuentan alguna historia, aunque sea de forma poco convencional.



¿Qué elementos cinematográficos, y que elementos de TV están presentes en los comerciales que ha dirigido?


De televisión? No tengo nada de televisión! Si algo me llevó a la publicidad fue el horror a la televisión. Horror al rating, al vértigo, al canibalismo de la tele. Si entre Cine y Publicidad hay algunos puntos en común que yo trato de rescatar obsesivamente, entre la TV y la Publicidad que yo hago no hay nada en común. De hecho, casi no miro tele, y menos aun, la tanda.


La relación entre Cine y Publicidad es esquiva y confusa. Cuando empece a dirigir publicidad pense que se podía hacer “cine” en todos los comerciales, incluso un cine autoral. Y es que yo me considero un Director de Cine, no un Director de Publicidad. Me pegue varios palos en el camino, porque me di cuenta que el cine no es imprescindible en la publicidad, pueden ser idiomas hasta opuestos. Que muchas exitosas piezas no son cine, ni lo quieren ser.

De todas maneras, cuando yo filmo un comercial trato de hacer cine, aun ampliando (y no reduciendo) el concepto de cine que tengo.


¿Cuál fue su aporte en el programa El rayo?

 

El Rayo fue un producto hecho a pulmón por cuatro personas: Diego Guebel, Andy Kusnetzoff, Diego Suarez y yo. Hecho a pulmón significa que hicimos de todo para parir ese concepto, esa revolución en la TV que significo El Rayo en su momento. Desde la idea, pasando por la investigación, la edición, todo, hasta hacer de notero a veces. Todos hicimos un poco de todo eso, aunque mi aporte mayor fue el de proponer un estándar de calidad de la imagen, de narración visual, que fue un elemento totalmente nuevo en la tele de acá.

Eramos muy exigentes, trabajamos durísimo, y El Rayo fue un programa  bastante interesante por unos pocos años. Luego ya no.



¿Dónde y cómo adquirió el manejo del lenguaje de videoclip? (influencias)

 

Una cosa interesante es que fui de los primeros en filmar Videoclips en la Argentina. Quiero decir “filmar”, en cine 16 mm. y con transfer de negativo. Lo hicimos junto con Javi Nir y Pablo Fischerman, con quien fundamos “Amor Latino”, mas que una productora, una especie de grupo de rock cinematográfico. Fue una etapa pre-Avid, y algunos de nuestros trabajos los editamos en una moviola Steembeck! cortando el campeón de celuloide, con lápiz graso y empalmadora... Juntos hicimos mas de 60 clips, algunos para artistas casi innombrables. Y otros trabajos muy buenos para Cerati, La Portuaria, Fabiana Cantilo, Celeste Carballo...

Fue una etapa muy intuitiva, no existía MTV, no había de quien copiarse, salvo la inspiración de clips como los chilenos Los Prisioneros, por ejemplo, o el clip de Soda, La Ciudad de La Furia.

Hoy en día hay videoclips que son la vanguardia de la experimentación audiovisual, muy cerca del Videoarte. Hay videocliperos que hacen cosas impresionantes, hermosas, novedosas. Pero en general, pienso que el videoclip no logro hacer una verdadera revolución audiovisual, llego al limite de sus posibilidades al enfrentarse, en ultima instancia, con su función como instrumento de promoción discográfica, y también como objeto de moda.


¿Cuáles fueron los aportes profesionales que le dio trabajar en TV?


Perspectiva. Conocer los vericuetos del medio televisivo te da, como todo en la vida, una perspectiva útil. Y me ayudo a saber que no era lo que quería hacer. Claro, también me dio cierta exposición publica, cierta “chapa” que me sirvió en mi aparición en la publicidad.


 

¿Porqué tomó la decisión de abrir Bohm Cine?

 ¿Sobre qué pilares creció la productora y cuál es su mérito en tal crecimiento?


Bohm Cine surgio como una continuación natural de 4K Cine, la productora que también dirigía yo, y en la que fui socio con Guebel y Pergolini. Mi objetivo siempre fue la excelencia, no la cantidad de trabajos o el puro lucro, y ese fue mi objetivo principal al empezar la productora nueva, Bohm Cine.


Una productora te da y te saca muchas cosas. Como director, te da control, pero te saca energía, libertad. A mi, definitivamente, me sirvió para crecer como Director de Publicidad. Y tambien me limito en mi vocación de hacer trabajos mas personales.

Me convertí en empresario casi sin quererlo, y pude administrar los recursos para hacer los mejores comerciales. La productora siempre estuvo totalmente al servicio de ese objetivo, aun ahora, en que no soy el único que dirige, y con directores que van desde un consagrado Brian Welsh, o a una estrella naciente, como Ezequiel Sarudiansky, por ejemplo.


Como conductor de una empresa tambien podes elegir tus grupos de trabajo, gente excepcional como Andrea Godoy, Nicolas Di Cocco, Meliza Arvilly, y Rodrigo Aguero. Siendo el dueño, podes bajar linea en ciertas cosas que te importan, como la ética del trabajo -bien hecho- sobre todas las cosas. Priorizar el tratar bien a la gente, pagar bien, ser ordenados, no tener deudas ni problemas legales. En suma, ser una empresa seria, sana, confiable. Enrique Portnoy es el gran responsable de llevar adelante muchas de estas cosas en las que cree y por las que es reconocido Bohm Cine.

 

¿Qué actitud toma frente a un mal guión?


No hay malos guiones, solo hay agencias o clientes muy rígidos.

Muchas veces un guión malo se convierte en tu mejor película, siempre y cuando la agencia (o el cliente) se animen a correr ciertos riesgos.

Hay comerciales con ideas tan claras que el director solo tiene que acompañar el proceso, sin molestarlo. Pero hay guiones con ideas incompletas o rudimentarias que pueden crecer muchísimo con tu ayuda... si te dejan.

Ante un mal guión, si huelo que hay tela para cortar (buen dialogo con la agencia, confianza del cliente), digo que si. Si veo que todo será muy cuesta arriba, y el comercial va a sufrir mucho en el camino, prefiero abstenerme.


¿Qué cree que ha cambiado en la producción desde su comienzo como director hasta hoy?


Todo cambio mucho. Yo hace apenas 5 o 6 años que estoy en el medio publicitario y siento que todo es muy distinto que cuando empece a dirigir. Sin dudas, yo viví el final de una etapa dorada para el director de Publicidad. En la Argentina, y quiza en el mundo.

Ademas de los presupuestos grandes y la importante cantidad de trabajo de esas épocas, había también otro respeto por tu trabajo, por tu criterio, por tu formación, por tu visión. Eso fue cambiando mucho.

Muchas veces encontrás afuera del país ese respeto por tu trabajo, y eso hace la experiencia mucho mas placentera. Pero la creatividad argentina siempre fue de un nivel excepcional, y no la encontras facilmente afuera.



 ¿Siente que ha llegado al tope de su carrera al tener su propia productora? Por qué?


Si mi carrera es el cine, difícilmente la publicidad y la productora puedan ser un tope. Deberían ser un trampolín, una parte del camino. Como empresario, la productora ha demostrado ser un excelente negocio, que puede crecer, cambiar, fabricar productos de excelencia, en un clima de trabajo modelo.



 ¿Tiene algún proyecto de largometraje?


Si, tengo proyectos de largometraje desde los 15 años. Ahora es tiempo de ponerlos en marcha. Estoy retrabajando un guión que escribí con Martín Rejtman hace unos años, y avanzando en otro proyecto mas.

Mientras tanto, estoy filmando otra pelicula que mezcla Cine y Danza, con la coreógrafa Mariana Blutrach, con la que trabaje en un experimento anterior llamado “Crazy”.


De las películas argentinas estrenadas últimamente -Historias Mínimas, Un Oso Rojo, etc.- ¿Cuál le gustó más y por qué?


Me gusto mucho Sábado, de Juan Villegas, un cine minimalista y algo experimental, dos caracteristicas en comun con algunos de mis proyectos futuros.

 

 


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